domingo, 30 de junio de 2013

MÉTODOS RECOMENDADOS PARA REZAR EL SANTO ROSARIO

MÉTODOS RECOMENDADOS PARA REZAR EL SANTO ROSARIO
Y ATRAER SOBRE SÍ LA GRACIA DE LOS MISTERIOS DE LA VIDA, PASIÓN Y GLORIA DE JESÚS Y DE MARÍA SEGÚN SAN LUIS MARÍA GRIGNION DE MONTFORT
PRIMER MÉTODO
«Ven, Espíritu Santo», etc.
Ofrecimiento general del Santo Rosario
Me uno a todos los santos del cielo, a todos los justos de la tierra y a todas las almas fieles de este lugar. Me uno a ti, Jesús mío, para alabar dignamente a tu Santísima Madre y alabarte en Ella y por Ella.
Renuncio a todas las distracciones que me sobrevengan durante este Rosario. Quiero rezarlo con modestia, atención y devoción, como si fuera el último de mi vida.
Te ofrecemos, Santísima Trinidad, este Credo para honrar todos los misterios de nuestra fe; este Padrenuestro y estas tres Avemarías para honrar la unidad de tu esencia y la trinidad de tus personas.
Te pedimos fe viva, firme esperanza y ardiente caridad. Credo, Padrenuestro y tres Avemarías.
Ofrecimiento particular de cada decena.

MISTERIOS GOZOSOS
1a decena: La Encarnación.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta primera decena en honor de tu Encarnación en el seno de María. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de Ella, una profunda humildad. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Encarnación, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
2a decena: La visitación.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta segunda decena en honor de la Visitación de tu Santísima Madre a su prima Santa Isabel y de la santificación de San Juan Bautista. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, una perfecta caridad para con el prójimo. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Visitación, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
3a decena: El Nacimiento de Jesús.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta tercera decena en honor de tu Nacimiento en el establo de Belén. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, el desapego de los bienes de la tierra y al amor a la pobreza y a los pobres. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio del Nacimiento de Jesús, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
4a decena: La Presentación.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta cuarta decena en honor de tu Presentación en el templo y Purificación de María. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, gran pureza de cuerpo y alma. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Presentación de Jesús, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
5a decena: El Hallazgo de Jesús.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta quinta decena en honor de haberte encontrado María en medio de los doctores. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, la verdadera sabiduría. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio del Hallazgo de Jesús en el templo, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
MISTERIOS DOLOROSOS
6a decena: La Agonía de Jesús.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta sexta decena en honor de tu Agonía mortal en el Huerto de los Olivos. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, la contrición de nuestros pecados. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Agonía de Jesús, desciende a nuestras almas. R/. Amén.

7a decena: La Flagelación de Jesús.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta séptima decena en honor de tu flagelación sangrienta. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, la mortificación de nuestros sentidos. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Flagelación, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
8a decena: La Coronación de espinas.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta octava decena en honor de tu Coronación de espinas. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, el desprecio del mundo. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Coronación de espinas, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
9a decena: La Cruz a cuestas.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta novena decena en honor de tu Cruz a cuestas camino del Calvario. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, paciencia en todas nuestras cruces. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Cruz a cuestas de Jesús, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
10a decena: La crucifixión y muerte de Jesús.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta décima decena en honor de tu Crucifixión y Muerte ignominiosa en el Calvario. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, la conversión de los pecadores, la perseverancia de los justos y el alivio de las almas del Purgatorio. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria
Gracias del misterio de la Crucifixión y Muerte de Jesús, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
MISTERIOS GLORIOSOS
11a decena: La Resurrección.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta undécima decena en honor de tu Resurrección gloriosa. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, el amor de Dios y el fervor en tu santo servicio. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Resurrección, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
12a decena: La Ascensión.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta decimosegunda decena en honor de tu Ascensión triunfante. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, deseo ardiente del cielo, nuestra Patria querida. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Ascensión, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
13a decena: - La Venida del Espíritu Santo.

Te ofrecemos, Señor Jesús, esta decimotercera decena en honor del misterio de la Venida del Espíritu Santo sobre la Iglesia. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de tu Santísima Madre, la venida del Espíritu Santo a nuestras almas. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Venida del Espíritu Santo, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
14a decena: La Asunción de María.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta decimocuarta decena en honor de la Resurrección y gloriosa Asunción de tu Santísima Madre. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de Ella, tierna devoción para con tan buena Madre. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemaría y Gloria.
Gracias del Misterio de la Asunción de María, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
15a decena: La Coronación de María.
Te ofrecemos, Señor Jesús, esta decimoquinta decena en honor de la Coronación de tu Santísima Madre en el cielo. Y te pedimos, por este misterio y por intercesión de Ella, la perseverancia en la gracia y la corona de la gloria. R/. Amén.
Padrenuestro, 10 Avemarías y Gloria.
Gracias del misterio de la Coronación de María, desciende a nuestras almas. R/. Amén.
CONCLUSIÓN
Te pedimos, Señor Jesús, por los quince misterios de tu Vida, Pasión y Muerte y por tu Gloria y méritos de tu Santísima Madre, concedas la conversión a los pecadores, prestes ayuda a los agonizantes, liberes a las almas del Purgatorio y nos des a todos tu gracia para vivir y morir cristianamente y tu gloria para verte cara a cara y amarte durante la eternidad. R/. Amén.
PODER Y DIGNIDAD DEL ROSARIO
«Por medio del Rosario, grandes pecadores de ambos sexos se convertían a una vida santa y derramaban abundantes lágrimas de arrepentimiento. Hasta los niños se dedicaban a penitencias increíbles. La devoción hacia mí y hacia mi Hijo florecía tanto, que parecía como si los ángeles hubieran bajado a la tierra. La fe se fortalecía y muchos fieles anhelaban morir por ella y luchar contra los herejes…»
«Y así, por la predicación de mi querido Domingo y la fuerza del rosario, las tierras de los herejes fueron sometidas a la Iglesia. Se hacían muchas limosnas, se edificaban iglesias y hospitales, se llevaba una vida casta y honrada y se producían numerosas maravillas. El desprecio del mundo, el honor de la Iglesia, la justicia de los gobernantes, la paz de los ciudadanos, la honestidad de las corporaciones y de los hogares ponían de manifiesto una santidad eminente. Mejor: los obreros empezaban el trabajo sólo después de haberme saludado con el rosario y no querían descansar sin haberme rezado de rodillas. En medio de la noche, si recordaban haber olvidado el rendirme este homenaje, se levantaban prontamente de la cama y me saludaban con un respeto mayor y mezclado de arrepentimiento. Tal era la fama del rosario, que sus devotos se consideraban enseguida miembros de la Cofradía. Del pecador público y del blasfemo se decía –a modo de refrán–: ‘Este no es de los hermanos de Santo Domingo’. »
«No puedo silenciar los signos y prodigios que por medio del rosario he realizado en varias regiones: por él detuve pestes generales, puse fin a horribles guerras, curé fiebres, flujos de sangre y otros males parecidos. Entonces de verdad, el mundo gozaba de mis dones. Los ángeles del cielo se alegraban por sus rosarios, la Santísima Trinidad se complacía en ello, mi Hijo encontraba en esto su alegría, y yo un gozo que no pueden imaginar…»


3 comentarios:

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  3. HERMOSO!!! GLORIA A DIOS!!! SANTA MARÍA, MADRE DE NUESTRO SALVADOR, RUEGA POR NOSOTROS POBRES PECADORES!!!

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