Salve María! El 24 de junio, en nuestro país, se celebra la fiesta de San Juan Bautista (San Juan ára); fiesta que a pesar de no haber tenido sus orígenes en la tradición guaraní ya que por la parte pagana tenemos el solsticio de verano (día más largo), en el hemisferio norte, que en realidad es el día 21 de junio se arraigó profundamente en la cultura popular actual, con muy particulares características.
Teniendo como principal elemento el fuego, son preparadas diversas comidas típicas; practicados una serie de ritos y juegos como la pelota tata, paila jeheréi, kureñembohuguái, y varios otros como el tatapyi ári jehasa, donde al grito de ¡Viva San Juan! se camina descalzo sobre las ardientes brasas, y en el cual según la tradición, el que tiene fe no se quema.
Sin embargo, San Juan Bautista, poco o nada es recordado en estas festividades. Nada más claro que las palabras de la Sagrada escritura; «Tú eres mi Hijo, El Amado; Tu eres mi Elegido » (Lc 39, 22) frase que encierra la clara manifestación del Padre Eterno.
San Juan tuvo su experiencia de encuentro personal con Jesús, encuentro que marcó su vida y en consecuencia se dedicó de cuerpo y alma por la causa de Cristo, al punto de entregar su vida defendiendo la verdad, convirtiéndose en modelo de fidelidad y perseverancia.
Es ese Jesús, El que hoy se dirige a nosotros los bautizados y especialmente a los esclavos de la Inmaculada Virgen María pidiendo ir al rescate de la verdadera esencia cristiana de esta festividad. Un nuevo San Juan, un San Juan donde se encienda la hoguera de la Fe en Jesucristo, en su Santa Madre, que permita ver el camino de los Santos y seguirlo cumpliendo fervorosamente los divinos mandamientos. Un San Juan donde la principal comida sea la Sagrada Eucaristía, fuente de fortaleza e infinitas gracias.
Quememos al Judas que tenemos dentro, que a veces traiciona a ese Jesús cuando no ama suficiente a sus semejantes, cuando a pesar de condición de esclavos, no rezamos el Santísimo Rosario, como deberíamos hacerlo. Seamos conscientes de que las llamas de las fiestas paganas de San Juan se extinguirán, seamos perseverantes con aquello que perdurará, divulgando la necesidad e importancia de la Total Consagración a Jesucristo por manos de La Virgen María ya que evangelizar es tarea obligatoria para el cristiano.
Exhortamos a todos a colaborar como valientes soldados en ésta ardua pero urgente tarea, de que más hermanos tengan el encuentro con Jesús y se entreguen en calidad de esclavos a Jesús por María, en Ella, obtendremos la gracia de ir al encuentro de Aquel que San Juan Bautista anunció desde el vientre materno.
Todo es posible en María, con María, por María y para María.
SALVE MARIA!
Maria Graciela Avalos
Esclava de la Santísima Virgen
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